RESILIENCIA Lo hemos oído muchas veces, pero ¿sabemos lo que es la resiliencia? Voy a intentar explicar un poco sobre este tema. El significado de resiliencia según la Real Academia Española de la lengua (RAE) es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. Desde el ámbito de la psicología damos un paso más. Es lo que nos permite afrontar las situaciones que nos desbordan y además salir de ellas habiendo aprendido algo más, siendo más fuertes y capaces para afrontar nuevos retos. Las personas resilientes saben adoptar una postura más adaptativa frente a los obstáculos que les presenta la vida, y comprenden que ninguna crisis dura para siempre. A estas personas las distinguimos enseguida, porque nos sorprenden siempre con su buena disposición, y buscando soluciones en vez de culpables. Esto es la teoría, ahora viene la práctica. CÓMO SER PERSONAS RESILIENTES Como casi todas las cosas, tiene un componente genético y un componente adquirido a lo largo de la vida, es cierto que hay personas que de forma innata tienen más capacidad de adaptación, pero esto también se puede adquirir con la práctica, y desarrollarlo a lo largo de nuestra vida. Todos podemos mejorar este aspecto de nuestra personalidad. Se trata de dar lo mejor de nosotros mismos ante momentos de crisis y que el afrontamiento de dificultades nos sume en vez de restar. Las personas resilientes: 1- Tienen un buen autoconocimiento, saben cuáles son sus potencialidades y sus limitaciones, no se trata de ser temerarios, sino valientes, y saber dónde está la frontera que no hay que traspasar. Se conocen a sí mismos y saben fijar objetivos y metas, teniendo en cuenta sus necesidades y sus capacidades. 2- Creatividad. Ver los obstáculos como retos. Así como reciclamos materiales para crear un objeto nuevo, recomponer con los trozos rotos de algo una cosa nueva y mejor. 3- Las personas resilientes también saben donde están sus límites y son capaces de pedir ayuda y confiar también en los demás. Son conscientes de la importancia que tiene el apoyo social. 4- Son capaces de vivir el aquí y el ahora, sin enredarse en el pasado que no se puede cambiar. Y no permitiendo que este pasado les llene de frustración y culpabilidad. Más bien con una visión de futuro aunque sin que les embargue la incertidumbre. 5- Miran la vida con los ojos de los niños, dejando que la vida les sorprenda y disfrutando de las pequeñas cosas que adornan la vida. Y cuando se caen se levantan y continúan su camino. (Para atrás, ni para coger impulso). Del pasado hay que aprender, pero no podemos dejar que el pasado hipoteque nuestro presente y nuestro futuro. 6- Saben rodearse de personas positivas, huyendo de los vampiros emocionales que coartan la libertad y los progresos personales. 7- No intentan cambiar la realidad, sino su forma de ver esa realidad. Los acontecimientos que nos suceden no podemos cambiarlos, pero sí la actitud que presentemos ante dichos acontecimientos. 8- Son flexibles y tenaces. Son perseverantes para lograr un objetivo, pero si es necesario introducir cambios en sus planes, también lo pueden hacer. 9- Tratan de mantener un buen sentido del humor, y son capaces de reírse de la adversidad. La risa es un buen aliado que nos ayuda a mantener una postura optimista. 10- Tratan de tener una visión global de las situaciones, evitando la visión de túnel que solo nos deja ver los aspectos negativos de los acontecimientos. AYUDEMOS A NUESTROS NIÑOS A SER RESILIENTES La protección ayuda, la sobreprotección anula. Enseñas a nuestros hijos a afrontar las dificultades que les plantea la vida les ayuda a desarrollar un apego seguro. No se trata de evitar que se caigan, sino enseñarles a levantarse. Tampoco es exponerlos innecesariamente a situaciones hostiles, sino creer en ellos y saber que son capaces de aprender de las frustraciones. La tolerancia a la frustración ayuda a los niños a valorar lo que logran con su esfuerzo.